domingo, 3 de octubre de 2010

Colombia: Una sociedad desobediente

EL acatamiento de las normas o las reglas que rigen una sociedad en general o un grupo social en particular es determinante para evitar el desorden, caos, la desgracia y en último caso la muerte. En las sociedades en donde todos acatan la norma o la ley es mucho más fácil la convivencia y por ende la tolerancia. La obediencia es un valor que como tal debe ser cultivado desde temprana edad, especialmente con el ejemplo. Lógicamente me refiero a la obediencia sustentada, no la ciega. Es por eso que el hogar esta llamado a ser la primera microsociedad que vive el niño, donde se deben dar normas claras, respetadas por todos los miembros del hogar, y castigadas cuando se violen, ésto enseñará al niño la necesidad de obedecer reglas. Cuando el niño pase a la escuela y encuentre normas a seguir, no le afectará en lo más mínimo y así continuará con su proceso hasta llegar a la adultez donde también deberá seguir una serie de normas propias de la sociedad.
En la sociedad colombiana actual, parece que el principio de respetar normas, leyes, la autoridad se ha perdido, trayendo inclusive consecuencias fatales. El secuestro de Ingrid Betancourt se hubiera podido evitar si los representantes del estado en ese momento hubiesen hecho valer la orden de no pase, llevándola a la cárcel si era necesario porque estaba desacatando la ley. Lo mismo ocurrió en Antioquia, con las personas que le advirtieron lo peligroso del paso por la zona del derrumbe, y hoy tenemos que ver todas las consecuencias funestas de esa desobediencia, y el dinero que cuesta la búsqueda de los cadáveres. En la vida diaria son múltiples los ejemplos: El motociclista sin casco, el conductor ebrio, el conductor sin cinturón de seguridad, los conductores con un cúmulo de comparendos, los policías montados en busetas repletas, que por ley sólo deben llevar máximo dos personas de pie, los peatones que cruzan las vías peligrosas por todos los lados menos por el puente peatonal, los menores metidos en sitios para adultos, los estudiantes que desean entregar los trabajos cuando ellos quieran, los contratos como el del nuevo canal, que aunque se estaba violando la ley continuaba su curso, todo el mundo sabía de la violación de ley en el trámite de la segunda reelección y sin embargo, pasó en el senado. Cuánto dinero y tiempo le costó esto al país?
Los padres de hoy creen que si imponen reglas claras de juego a sus hijos esto se convertirá en un autoritarismo, o prefieren no hacerlo porque quizás piensan que estas normas pueden convertirse en un bumerán para ellos, y es mejor “dejar hacer, dejar pasar” y dejarles a la escuela toda la responsabilidad, y en el peor de los casos a los medios masivos de comunicación, sin saber que cuando esto ocurre ya el daño esta hecho porque ya el niño se acostumbró a vivir sin normas claras, donde todo es posible hacerse sin castigo alguno.
No podemos olvidar que el principio de autoridad es innegociable, que el hecho de hacerse amigo del hijo, no implica dejarle hacer todo, sin ninguna restricción. cuando se actúa en contravía a lo antes mencionado, se esta engendrando un problema mayor a futuro. “El padre que no se atreve a disciplinar a sus hijos acabará por castigarlo y en el peor de los casos lo hará la sociedad por él”.

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